Las pruebas médicas de control prenatal son las exploraciones que estudian el desarrollo del embarazo y comprobar que todo va bien para el bebé y para la madre. Deberás acudir al médico cuando sepas que estás embarazada, o cuando creas que puedes estarlo. Si lo estás, te pondrán en manos de ginecólogos, obstetras y matronas, que son los que establecerán la periodicidad de los controles posteriores.
La primera consulta es larga porque te someten a un examen a fondo de tu estado de salud. A lo largo del embarazo, te harán tres o cuatro ecografías, tres análisis de sangre y tres de orina. En algunos casos harán pruebas para comprobar si hay riesgo de enfermedades para el bebé. Si todo va bien, las consultas suelen hacerse una vez al mes, excepto durante el noveno mes, que suelen ser más frecuentes (quincenales o semanales).
Ecografía translucencia nucal
Entre las semanas 10 y 14
Es una ecografia que mide la traslucencia nucal, es decir, el espacio que hay entre los tejidos blandos y la piel que se encuentra detrás de la nuca del bebé. En esta zona se forma un líquido pseudolinfático que debe ocupar un espacio inferior a tres milímetros. Si este valor se supera, existen más riesgos de que el futuro bebé tenga alguna anomalía cromosómica.
Análisis de orina y sangre
Uno por trimestre
Se usan para saber cuál es tu grupo sanguíneo, si presentas anemia, cómo tienes las defensas frente a enfermedades infecciosas, o si eres potencialmente diabética durante el embarazo. Se comprueban los niveles hormonales y sirven también para detectar enfermedades infecciosas como la rubéola o la toxoplasmosis.
Control de peso
En todas las visitas al ginecólogo
Durante el embarazo, es fundamental llevar un buen control del peso. Un aumento excesivo de peso o menor de los normal puede ser perjudicial para tu salud y la de tu bebé. Por lo general, las mujeres embarazadas suelen aumentar una media de 1 kilo mensual, llegando hasta unos 12 kilos más al final del embarazo.
Exploración
En la primera visita al ginecólogo
La exploración es uno de los primeros reconocimientos que suele realizar el ginecólogo para confirmar la existencia de un embarazo. Incluye un tacto vaginal y un examen minucioso de los senos.
Control de tensión
En todas las visitas al ginecólogo
Es importante tener un control de la tensiión ya que en el embarazo la circulación arterial suele variar como consecuencia de los cambios que experimenta el cuerpo.
Ecografía temprana
Entre las semanas 6 y 11
Se recomienda hacer cuando se sospecha que puede aparecer algún problema en las primeras semanas de gestación o ante síntomas como sangrado ó dolor. El médico identifica la presencia del embrión, verá dónde está implantado, escuchará sus latidos cardiacos y determinará el número de embriones.
Ecografía de alta resolución-Doppler
Una por trimestre si hay riesgo
Se estudia la sangre que corre por las arterias uterinas hasta la placenta y de ésta hasta el bebé. Nos da información de si la placenta funciona bien y, también, si la circulación sanguínea en el cordón umbilical es la adecuada.
Biopsia corial
Entre las semanas 10 y 12
Sirve para estudiar los cromosomas del feto. Consiste en obtener un pequeño fragmento de la placenta para analizarla. Se realiza cuando no es posible extraer líquido amniótico para hacer una amniocentesis.
Screening Bioquímico precoz
Entre las semanas 9 y 11
Detecta si existen malformaciones en el feto. Se entiende por screening bioquímico la detección, en suero materno, de determinadas sustancias, capaces de ponernos sobre la pista de un defecto congénito. las que se emplean con mayor frecuencia son dos: Alfafetoproteina y Beta-Gonadotrofina corial.
Triple screening
Entre las semanas 14 y 16
El Triple Screening es un análisis de sangre que determina las posibilidades de que el bebé sufra algún tipo de alteración en los cromosomas y detectar el riesgo de que el bebé tenga el síndrome de Down o malformaciones del tubo neural, comprobando las cantidades en sangre de diferentes proteínas y hormonas.
Ecografía de alta resolución
Semana 20
Es una prueba con la que se consigue una imagen que ofrece mayor nitidez, ya que se realiza con un equipo de alta definición. Esta ecografía se realiza por vía abdominal, no transvaginal. Para descartar malformaciones mayores y graves, y detecta el pliegue nucal (signo de riesgo de síndrome de Down). Permite conocer el sexo del bebé.
Alfafetoproteína
Entre las semanas 14 y 16
Se trata de un análisis de sangre que determina la alfafetoproteina sérica materna. Esta proteína en el liquido amniótico es significativamente superior cuando el feto presenta un defecto del tubo neural (espina bifida abierta), u otras causas, como bajo peso, gemelos u otras malformaciones. Un nivel inferior, por el contrario, es síntoma de síndrome de Down.
Análisis de sangre y orina
Uno por trimestre
Se hacen una vez por trimestre para saber cuál es tu grupo sanguíneo, si estás anémica, cómo es tu situación de inmunidad frente a enfermedades infecciosas, o si eres potencialmente diabética durante el embarazo.
Control de peso
En cada visita
Durante el embarazo, es fundamental llevar un buen control del peso. Un aumento excesivo de peso o menor de los normal podría ser perjudicial para tu salud y la de tu bebé, por eso conviene tenerlo vigilado.
Test de O’Sullivan
Entre las semanas 24 y 28
Detecta la diabetes gestacional, aparece en el embarazo y desaparece tras el parto, tiene determinados riesgos y puede traer graves consecuencias para el bebé si no es detectada a tiempo.
Control de tensión
En todas las visitas al ginecólogo
Durante el embarazo, la tensión arterial varía con frecuencia, por lo que hay que llevar un control de la misma.
Cordoncentesis
Semana 16
Detecta malformaciones cromosómicas en el feto. Consiste en una punción en el abdomen de la embarazada, bajo estricto control ecográfico y tras la aplicación de anestesia cutánea, para extraer una pequeña cantidad de sangre de los vasos del cordón umbilical.
Amniocentesis
Entre las semanas 16 y 18
Es la prueba definitiva para el diagnóstico de algunas cromosomopatías, la detección de determinados trastornos endocrinos fetales, de los defectos del tubo neural, la determinación de enfermedades ligadas al sexo y el diagnóstico precoz de algunas enfermedades hereditarias.
Doppler
Una por trimestre, si hay riesgo
Es una ecografía a color que permite evaluar el caudal circulatorio en cualquier vaso sanguíneo. Se estudia la sangre que corre por las arterias uterinas hasta la placenta y de ésta hasta el bebé, y además su propia circulación sanguínea.
Ecografía
Entre las semanas 28 y 37
Para ver y analizar el estado del feto.
Análisis de sangre y orina
Uno por trimestre
Mediante el análisis de sangre se controla, por ejemplo, la presencia de anticuerpos, de la rubéola, del virus VIH (sida) o de la Hepatitis B. También se mide los niveles alfafetoproteina, la tolerancia a la glucosa y el nivel de hemoglobina, ya que mujeres embarazadas tienen un mayor riesgo de anemia fisiológica. Se trata de pruebas rutinarias que se realizan a todas las mujeres embarazadas, ya que permite determinar algunos riesgos para desarrollo del embarazo y del bebé
Cultivo vaginal
A partir de la semana 35
Esta prueba detecta posibles infecciones de estreptococos que pasen al recién nacido en el momento del parto. Mediante una especie de bastoncillo de algodón se extrae una muestra de exudado vaginal para su cultivo en el laboratorio de microbiología. A veces, también se toma una muestra del recto.
Control de peso
En todas las visitas al ginecólogo
Por regla general, las mujeres embarazadas suelen aumentar una media de 1 kilo mensual, llegando hasta unos 12 kilos más al final del embarazo.
Doppler
Una por trimestre, si hay riesgo
Es muy útil para controlar los embarazos en los que la madre presenta hipertensión, diabetes, problemas en la placenta o el cordón umbilical, retardo en el crecimiento, sufrimiento fetal, o malformaciones cardíacas del bebé. En casos específicos, permite hacer un seguimiento para programar el mejor momento de dar a luz en caso de ser necesario un parto prematuro.
Monitorización fetal
A partir de la semana 40
Sirve para controlar el estado de salud del bebé mediante el registro de la variación cardiaca del feto y de las contracciones maternas. Puede realizarse por vía externa o interna. El corazón del feto late a un promedio entre 120 y 160 pulsaciones por minuto. Una alteración significativa de ese ritmo, inferior o superior, delata que existe algún tipo de sufrimiento fetal, bien sea por falta de oxigeno, mala colocación o por cualquier otra causa.
Control de tensión
En todas las visitas al ginecólogo
En cada revisión prenatal, el ginecólogo te tomará la tensión. Si tienes los niveles normales, el ginecólogo solo te tomará la tensión en las revisiones prenatales (una vez al mes durante los primeros ocho meses y cada semana en la última etapa de la gestación). Sin embargo, si la tensión es demasiado baja (hipotensión) o demasiado alta (hipertensión), posiblemente sea necesario poner en práctica algunas medidas.